Arrancamos el juego y les preguntamos al equipo del Centro Cultural de la Ciencia, de Argentina: ¿Qué anécdotas e historias tienen de lxs visitantes del C3 y que les hace disfrutar y valorar el trabajo que hacen?
¡Hola! Nos definimos como un laboratorio interdisciplinario de creación e intercambio de ideas y saberes sobre la ciencia, entendida como parte de la cultura. Nuestros programas se orientan a distintos públicos, promueven un trabajo colaborativo con miembros del sistema científico, artístico y educativo y se apoyan sobre la necesidad de favorecer oportunidades de exploración de la cultura científica.
Sin aspirar a una definición completa, podemos afirmar que la cultura científica va más allá del conocimiento de las disciplinas científicas y sus teorías, e incluye los hábitos, comportamientos y actitudes hacia la ciencia y la tecnología. Envuelve, igualmente, la comprensión de los modos de producir nuevo conocimiento sobre el mundo natural y social, de los protagonistas de este proceso y de sus resultados. Al fomentar la cultura científica, más que nada se busca que las personas puedan participar en los debates actuales relacionados con la ciencia y la tecnología y tomar decisiones informadas en su vida cotidiana.
Experimentar sobre los modos de hacer ciencia, facilitar el diálogo de los públicos con quienes hacen ciencia y ofrecer vivencias que contemplen la percepción social de la ciencia con una perspectiva de género, son algunos ejemplos de los objetivos planteados. Desde su denominación, el Centro Cultural de la Ciencia busca sentar una declaración de principios en la que la ciencia forma parte de la cultura, es decir, vive en ella.
Utilizamos el lenguaje de las artes como eje y factor diferencial para comunicar la ciencia, articulando distintas disciplinas científicas y múltiples plataformas de las artes escénicas, visuales, musicales y literarias. Tanto la ciencia como el arte comparten modos de conocer y comprender el mundo natural y social: la observación, la colección, la creatividad y la innovación, entre otros.
Contamos la ciencia y la tecnología que nos atraviesa en la vida cotidiana. Buscamos estimular la imaginación, el asombro, la percepción, la duda y la emoción como motores para hacer preguntas, construir hipótesis, experimentar y comprender lo que nos pasa y nos rodea.
Construimos nuevos saberes que se evidencian en cada una de las exposiciones interactivas, laboratorios, charlas y talleres. Las políticas de públicos y de programación cultural se nutren continuamente, a partir de los resultados de la observación y el diálogo permanente con los visitantes.
Somos el primer espacio permanente de carácter nacional para promover la cultura científica. De acceso público y gratuito, estamos ubicados en el Polo Científico Tecnológico de la Ciudad de Buenos Aires y dependemos del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación.
Sobre la pregunta de Entre tanta ciencia, son muchas las anécdotas y las historias de nuestros/as visitantes. Los docentes, por ejemplo, nos suelen contar ideas nuevas que se llevan para trabajar las ciencias en el aula. Algunos chicos/as dicen, después de la visita, que la ciencia no era tan aburrida como pensaban y que, a pesar de que sus familias los habían llevado sin que tuviera ganas, disfrutaron mucho de la experiencia. Este tipo de comentarios, ver cómo a partir de la participación en talleres y charlas surgen nuevas preguntas, es muy valioso para nosotros/as. Poder registrar cómo el público valora tener actividades gratuitas, presenciales y virtuales, relacionadas con las ciencias y cómo, a su vez, descubre la ciencia que hay en su vida cotidiana, nos da mucha satisfacción en nuestra tarea diaria.
Al equipo de Científicas mexicanas, les preguntamos: ¿De qué manera difunden el trabajo de las científicas mexicanas y cómo se vinculan (si es que lo hacen) con redes de científicas de otros países?
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Centro Cultural de la Ciencia
El Centro Cultural de la Ciencia es el primer centro cultural público, gratuito y de carácter nacional creado para comunicar la ciencia y la tecnología, fortaleciendo a la divulgación científica como política de Estado.
